
Aunque hay diferentes tipos de decisiones, a menudo éstas no se toman por el sendero de la racionalidad sino empujadas por un sentimiento que nos guía, que nos lleva rápidamente a la conciencia y con el cual sabemos inmediatamente lo que debemos hacer; esa sensación lo suficientemente fuerte como para actuar de acuerdo con ella, es la intuición.
UNA FORMULA
Las posibilidades de adoptar decisiones más acertadas se potencian si aplicas la formula:
Intuición
+experiencia + conocimientos actualizados
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Descuidar cualquiera de los elementos de la formula puede conducir directamente al error.
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